En
multitud de ocasiones nos dejamos llevar por las circunstancias, sean cuales
fueran, a la hora de tomar nuestras decisiones.
Quisiera
pedir perdón a todas aquellas personas a las que he defraudado, al hacerlas esperar
tanto tiempo hasta volver a enfrentarme a escribir. Disculparme en primer lugar
a ellas y a continuación, a todos losque he decepcionado en alguna
ocasión.
Han
sido multitud las temáticas y sucesos que han ido produciéndose en estos
siete meses que llevo sin pronunciarme.
Vamos
a volver al principio del comienzo, acompañarme a un viaje muy especial, el de
los sentimientos.
Es
curioso como somos capaces de ver y en ocasiones decir las cosas malas a los
demás. Pero hay que ser muy valientes para decir las cosas buenas que los demás hacen a la propia persona. Prácticamente siempre nos es más fácil pronunciarnos en los aspectos
negativos que en los positivos. El ejemplo lo tenemos en nosotros mismos,
normalmente nos es más sencillo resaltar defectos propios que virtudes.
Debemos
aprender a decirnos y a expresar aquellos gestos, actos, cosas y sentimientos
que poseemos y nos brindan los demás que nos gustan.
Me
encuentro en una situación de incertidumbre y dudas, al igual seguro que
multitud de vosotros, en cuanto a lo que mi futuro se refiere. Ante estas
circunstancias es común castigase y ser pesimista. Por ello animo a todo el
mundo que sea más humilde, solidario y asertivo.
Tenemos que empezar, por querernos y respetarnos a nosotros mismos y con el tiempo recibiremos el amor, efecto y respeto de los demás.
Tenemos que empezar, por querernos y respetarnos a nosotros mismos y con el tiempo recibiremos el amor, efecto y respeto de los demás.
Regálale
una sonrisa al mundo y verás como la vida te sonríe.