jueves, 25 de abril de 2013

TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN



   La anorexia nerviosa y la bulimia son trastornos alimenticios que afectan principalmente a mujeres jóvenes adolescentes. La sociedad percibe la delgadez como un valor social imprescindible para triunfar, en cambio, la obesidad es vista como la falta de fuerza de voluntad. Es importante descartar otras patologías como el trastorno depresivo, histeria o esquizofrenia.
    Existen una serie de factores de riesgo en la infancia hacia estos trastornos, el modo de comer, los gustos y hábitos dependen en gran parte de factores genéticos, educativos y familiares. Es hereditaria la vulnerabilidad para sufrir trastornos de la alimentación. Las actitudes y hábitos, acompañado de los factores genéticos y ambientales dan como resultado el peso final del sujeto.
     Vivimos en una sociedad marcada por los valores materiales, donde una imagen lo dice todo de una persona. En la actualidad, lo primero que se mira de una persona a la hora de contratarla por ejemplo es su aspecto físico.
     Estamos rodeados de referencias hacia la importancia de cuidarse, estar perfecto, tener un buen aspecto, gustar a los demás, perder peso, rejuvenecer… La publicidad y los medios de comunicación marcan de manera significativa los cánones de belleza y roles “adecuados “.
     A los chicos/as se les estigma desde pequeños hacia unos roles concretos y unas características adscritas a dichas pautas de comportamiento.
   Gran cantidad de los problemas psicológicos y sociales de las personas son consecuencias de la presión personal y global impuesta por los medios acerca de la importancia de la imagen. Nos valoran por lo que representamos y no por lo que somos en realidad.

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